La ablación de clítoris, mejor conocida como mutilación genital femenina o MGF; es una práctica que se realiza a mujeres y niñas por motivos religiosos y culturales con la finalidad de eliminar el placer sexual a quienes se les practica.
Este ritual consiste en la eliminación parcial o total del clítoris, aunque existe otro tipo de ablación genital femenina llamada infibulación en la que se elimina tanto el clítoris como los labios inferiores y superiores, y posteriormente se cose hasta cerrar dejando solo una pequeña abertura para el drenaje menstrual. En la infibulación se abre una ranura a las mujeres cuando se casan y si el marido se ausenta por un tiempo, se cierra y posteriormente de abre con la llegada del hombre.
Para la cultura occidental este ritual es intolerable y está totalmente en contra de los derechos humanos, y aunque se practique principalmente en 29 países africanos y oriente medio, también es un problema en menor medida de algunos países asiáticos y latinoamericanos, además de las ablaciones realizadas en el resto del mundo por inmigrantes con ese tipo de costumbres.
Cabe destacar que en su mayoría esta práctica se realiza de forma muy rudimentaria y sin conocimientos médicos, por lo que no solo resulta un hecho traumático, sino que también puede causar graves infecciones y desangramiento, entre otras posibles patologías, en muchos casos puede causar la muerte.
Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 2012 declara el 6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, con la finalidad de aprovechar el día para hacer campaña para concientizar y sensibilizar a la humanidad sobre este problema.