Día proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas por recomendación del Consejo de Derechos Humanos el 20 de junio del 2014 con el objetivo de sensibilizar a las sociedades sobre los derechos de quienes nacen con deficiencia en la pigmentación de la piel, mejor conocido como albinismo.
La inquietud principal del Consejo de Derechos Humanos en que se celebre este día y por consiguiente la difusión mundial de la concientización se debe a la superstición sobre el albinismo en África, donde muchos consideran que llevar amuletos fabricados con partes del cuerpo de los albinos, traen suerte. Por lo que obligan a quienes nacen albinos a llevar una vida con temor continuo a ser mal tratados y torturados, obligándolos a buscar refugio en centros de acogida e impidiendo que tengan una vida normal.
Con la celebración de este día la ONU alenta a los países miembros a que se siga trabajando en la protección y garantía del derecho a la vida y la seguridad de las personas con albinismo, además de la disposición del derecho a la atención sanitaria, el empleo, la educación y sistema judicial.